google25bf64896cccb828.htlm Viajando al centro...de tu ser: Emigrante

30.9.08

Emigrante

Año tras año sabes que en tal fecha se celebra la fiesta de la población donde vives habitualmente, pero a tí te da lo mismo, pues no sientes nada. Te has divertido mucho en tu tierra, en las fiestas de lo que tú llamas tu pueblo, pero aquí es diferente. Sin raices en el sitio, cohetes, coches de choque y puestecillos no tienen sentido.

Va pasando el tiempo. Puntualmente en esos días en que las calles de la población son impracticables tú te vas a otros lugares, a visitar y descubrir rincones interesantes y tan feliz.

Luego llega un momento en que tus hijos te dicen que ellos quieren ir y como todavía son pequeños, los tienes que acompañar. Y te ves paseando en una realidad sobre la que has siempre ironizado. Pero tus enanitos curiosos se divierten, encuentran otros enanitos curiosos, empiezan a separarse un poco de tí para acercarse a ellos.

Llegan otras fiestas y la escena se repite, sólo que poco a poco empiezas a conocer tú también otros padres en las mismas circunstancias tuyas. Al principio se habla de esto y de aquéllo.

El paso siguiente es que el hijo o hija más mayor no sólo pretende ir caiga quien caiga, sino que quiere ir con sus amigos. Y claro, no va a ir uno y el otro no, así que ahí estás tú de nuevo paseando entre luces y dulces. Cada vez tienes que saludar más gente. Al final el ambiente es tan conocido que acabas por permitir al pequeño de darse una vuelta con los amigos mientras tú ironizas con las otras parejas acerca de vuestra suerte. Y he aquí que llega una noche en que te das cuenta que volveís a casa todos satisfechos, porque os lo habeís pasado bien.

Emigrante, has echado raíces.

No hay comentarios: