google25bf64896cccb828.htlm Viajando al centro...de tu ser: Mentir.

15.9.08

Mentir.

Llega un momento en la vida en que un hijo te miente por primera vez. El hilo conductor se rompe por influencias externas y tú te sientes morir, especialmente si lo vienes a saber por terceras personas.

Intentas reconstruir con el don de la palabra y del cariño. Has de enfrentarte al hecho que él o ella ha desarrollado ideas propias y esto es una cosa positiva, pero te pilla de sorpresa. Has de intentar ser coerente y agrupar todas las propias contradicciones para modelar un camino a seguir que valga para las dos.

Afrontar el mundo exterior sabiendo que no se puede borrar lo que no gusta como en un diseño, pues tarde o temprano uno vuelve a encontrárselo delante. Hay que ser lo suficientemente fuerte como para superar la prueba y seguir la luz dibujando con el proprio lápiz el destino. Claro, como madre uno se pregunta si su hija o hijo es lo bastante maduro como para realizar esta difícil obra de arte. Y vienen mil dudas acerca de posibles prohibiciones basadas en gustos, intuiciones o razones, y también un poco, en el fondo y aunque duela, de clase. El hecho es que cuando uno educa desde pequeño a tratar todas las personas como iguales, luego el espejo devuelve esta misma imagen. Y es justo que sea así. ¿Cómo alertar pues acerca de padres que no siguen a sus hijos ni cuando están en la calle ni cuando tienen que estudiar? ¿O de aquéllos que si sus hijos cometen un daño físico, en vez de autodenunciarse y afrontarlo económicamente obligan a todo el grupo a estar callado y no decir nada? No son pequeñas cosas. Son importantes. ¿Alguien sabe darme una respuesta?

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