September Concert 2008 Orchestra, Auditorium de Roma, Parque de la Música

Una orquesta formada para reafirmar la idea de paz por personas de todas las nacionalidades, directores de todas las edades, estilos diferentes. Lo peor de la velada, los discursos. Largos, demasiado, para quien va a escuchar un concierto nocturno entre semana que sabe ya que durará dos horas. Creo que todos teníamos ganas de que se dejase exprimirse a la música por sí sola. Cada una de las piezas ha sido grande a modo suo, pero hay que dar una mención especial a la dirigida por el ebreo americano Aaron Jay Kernis inspirada al Holocausto “Lament and Prayer”. El inicio absolutamente angustiante, te exprimía el corazón hasta dejarte casi sin aire para después empezar a respirar. El sonido no esperado del instrumento de tubos dorados instalado en el fondo de la sala Santa Cecilia permitía reanudar la respiración pausada normal en una persona sana. Genial.

Otra pieza interpretata magistralmente ha sido el Danzón n. 2 para orquesta de Arturo Márquez dirigido por Alessio Allegrini. Acompañaba a la orquesta un percusionista presumibilmente mexicano cuyo modo de vestir y de estar contrastaba con el elegante blanquinegro de la orquesta. El jovencísimo director hace honor a su nombre y usa todo el cuerpo para dar vida a la orquesta, primero bailando él mismo y después dirigiendo el resto del equipo que se ha puesto a bailar sin dejar de tocar. A un cierto punto ha comenzado a indicar al público el tiempo y el ritmo con que tenía que batir las manos y en un determinado momento la orquesta continuaba a tocar a sus espaldas y él dirigía la platea. Eramos todos uno.

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