google25bf64896cccb828.htlm Viajando al centro...de tu ser: Canopo, Heraclion y barrios reales de Alejandría. Tesoros sumergidos de Egipto, en Madrid

10.1.09

Canopo, Heraclion y barrios reales de Alejandría. Tesoros sumergidos de Egipto, en Madrid


Llegamos al Paseo de la Chopera tarde, casi a la una, lo que hizo que ya no hubiera mucha cola. Nada más entrar en el Matadero de Legazpi, ya te veías sumergido en otro mundo. Toda la pared de la derecha era un inmenso fondal del Mediterráneo, mientras la izquierda ofrecía la oscuridad del abismo. Extraordinariamente iluminadas las piezas en un espacio profundo desde cualquier punto de vista, estaban acompañadas con carteles que te hacían pasear por la historia, deleitándote, desde los últimos faraones hasta el siglo VIII de nuestra era. Persas, griegos, romanos, cristianos, coptos, bizantinos, árabes...


Alrededor de quinientos objetos que cuentan más de mil doscientos años de historia y que son sólo una parte de los hallazgos, los elegidos para viajar. Las visicitudines de Canopo, Heraclion – Tonis y Alejandría pasan delante de tus ojos hasta llegar a los cataclismos que las hicieron desaparecer, algunas en parte, Tonis completamente.


Franck Goddio ha permitido que todo esto sea una realidad tangible y aún hoy su equipo se reune dos veces al año para seguir investigando
.

Si tuviera que decir algo acerca de alguna pieza...empezaría por afirmar que:


Magnética es la estela de granito negro rescatada intacta de las aguas cuya existencia confirma que Heraclion y Tonis eran la misma ciudad.


Monumental es la estela de granito rosa llamada “de Ptolomeo VIII Evérgetes II” con sus 6,10 metros de altura y que ha sido reconstruída a partir de múltiples fragmentos consecuencia probablemente de un terremoto. La erosión ha dañado en parte la piedra, pero aún se distingue claramente a Ptolomeo VIII con sus mujeres Cleopatra II y III dirigiendo un ritual frente a Amón, la diosa-madre Mut y unos cuantos lágidas divinizados. La estela habla de diversas cuestiones religiosas, como el cambio de disposición de una estatua de Amón-Ra.


Sorprendentes, sobre todo para los niños, son los tres colosos de granito rosa encontrados cerca del templo de Heraclion. La pareja real está representada en el estilo de los Ramésidas. La reina, con la forma de la diosa Isis lleva la corona hathórica (disco lunar con cuernos de vaca) y el faraón el pschent, que combina las coronas del Alto y Bajo Egipto. La delicadeza del modelado habla sin embargo del periodo de la dinastía greco-macedonia de los Ptolomeos. A su lado y a su altura se yergen los 5,40 metros del dios de las crecidas del Nilo, Hapi, con el pie izquierdo adelante y llevando en los brazos una bandeja con cuatro hogazas de pan. Es la mayor estatua de este dios encontrada hasta ahora.


Impone respeto la Naos de las Décadas de Canopo. Una naos era una capilla en miniatura que contenía la estatua de un dios y que se disponía en el sitio más sagrado del templo. Esta en concreto era en honor del dios de la atmosfera y la mandó construir Nectánebo I (380-362 a.C) haciendo representar Shu con forma de león tumbado. Es la primera vez que los distintos trozos han sido unidos y se pueden contemplar como fueron ideados. La pequeña pirámide que “tapa” la capilla, había aparecido en Abukir en 1777 (Sonnini di Manoncourt). Alrededor del 1940 el príncipe Tousson hizo venir a la luz la base y el fondo de la naos en granito negro. El puzzle quedó acabado cuando en 1999 el equipo de Franck Goddio sacó de las profundidades cuatro fragmentos pertenecientes a las paredes de la naos. La de la izquierda narra la creación por parte de Shu del cielo y las estrellas. Posee un valor histórico inestimable. El dios egipcio, tras separar la Tierra de la bóveda celeste, se transformó en el señor de las estrellas y de las previsiones astrológicas. Se puede observar como el año viene dividido en 365 días, en 36 décadas definidas por la aparición de una decana o constelación de estrellas, tras un periodo de invisibilidad. La Naos de las Décadas asocia por primera vez en la historia conocida, la astrología y la astronomía.


Atónito deja la delicada negrura de Arsinone II, cuya piel emana suavidad a través de la tela granítea y transparente al mismo tiempo, diosa del amor saliendo de las aguas, Isis – Afrodita. Siglo III a.C.


Júbilo sintieron con probabilidad los arqueólogos submarinos protagonistas de las pantallas de video que colgadas del techo sumergían al visitante en las arenas siempre mojadas del Mediterráneo egipcio cuando descubrieron en lo que era antaño la isla Antirodos del puerto de Alejandría, la estatua de un sacerdote de Isis llevando en las manos un vaso canopo con la forma de Osiris y las dos esfinges que cerca de él lo habían “protegido” durante 1200 años.


El Director del Institut Européen d’Archéologie Sous-Marine (IEASM), Frank Goddio, ha realizado, en colaboración con el Consejo Superior de Antigüedades de Egipto, un extraordinario trabajo.


Cada exposición que uno visita debería dejar un poso en la mente o en el espíritu que permita la proyección de un sueño o de una realidad que perseguir. Un dibujo, una historia, un viaje...Estos restos de arqueología submarina han recorrido y recorrerán el mundo. Cuatro años de tour. Mi sueño es irlos a ver junto con sus hermanos en el Museo arqueológico de Alejandría, una vez hayan acabado su itinerario.


Fuente: Exposición y Guía del visitante Tesoros sumergidos de Egipto, la gran exposición mundial

Foto: ASR

1 comentario:

Nefertari dijo...

Como imaginarás me encanta Egipto, definitivamente tiene magia... Y este post tambien tiene magia...