Un día cualquiera de lluvia casi nadie quiere ir a un oasis del WWF . Apenas abandonas el panda gigante y hucha salvanaturaleza, el viento ataca de frente tu capucha y barre así la protección que tenías contra la invisible secuencia de lineas transparentes dibujadas en el aire. El cielo deja de llorar en el mismo instante en el que empiezas a oir el crujido de las tablas bajo tus pies que te llevarán al mirador y al agua. Animales alados bañan inmóbiles sus plumas, en silencio, en la superficie del espejo que refleja la torre a lo lejos y las formas caprichosas de las nubes, que sin embargo corren y se paran, caminan charlando entre ellas y dejando de vez en cuando pasar un folio rosa y azul. La calma en medio a esta explosión de vida, es Infinita.
Foto: ASR
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario